Columna publicada en la Tercera el 24 de agosto de 2012. Ver publicación original.
Ayer Codelco y Anglo American (AA) anunciaron que se había llegado a un acuerdo en la disputa que mantenían desde el 12 de octubre 2011, en que Codelco informó que ejercía la opción a comprar el 49% de Anglo American Sur (AAS) a un precio 45% inferior al de mercado, mediante una fórmula consignada en un contrato de opción de recompra a favor del Estado de Chile firmado en 1978, cuando este yacimiento fue vendido por Enami a Exxon Minerals.
En 2002 dicha opción fue remozada cuando Exxon Minerals vendió esta propiedad minera a Anglo American.
La firma japonesa Mitsui fue socia de Codelco en el anuncio de octubre 2011, ya que permitiría financiar la operación sin acrecentar el endeudamiento de Codelco.
El 13 de noviembre, AA desató el conflicto, ya que vendió la mitad de la opción de Codelco a otra firma japonesa, la empresa Mitsubishi. Posteriormente se sucedieron diversas demandas y recursos judiciales defendiendo las acciones ejercidas por Codelco y AA. Cabe responder varias preguntas que surgen tras la resolución de este conflicto. ¿Cuán conveniente para Codelco y para el Estado es el acuerdo logrado con respecto a las pretensiones originales de octubre pasado?
Codelco paga US$ 1.700 millones por el 24,5 % de AAS, logrando una mayor valorización de la compañía de US$ 4.090 millones, que incluye la propiedad minera de los yacimientos Los Leones y Profundo Oeste, valorizada en US$ 400 millones, una indemnización de AA de unos US$ 775 millones, y un acuerdo de accionistas que protege sus intereses y que no existía originalmente.
Adicionalmente, Codelco tiene la opción de rebajar la deuda contraída desde US$ 1.700 millones a US$ 700 millones vendiendo 4,5% de AAS a Mitsui, lo que representa menos de la mitad de la deuda que habría tenido originalmente para el mismo porcentaje de propiedad.
La propiedad de AAS queda en 50,1% de AA, 20,4% de Mitsubishi, 20% de Codelco y 9,5% de Mitsui. Ello se compara con la propuesta original de Codelco, que dejaba un 51% a AA, un 24,5% a Codelco y un 24,5% a Mitsui.
El Estado obtendrá US$ 1.326millones en impuestos, comparado con US$ 868 millones que habría obtenido en la propuesta original de Codelco.
Si Codelco hubiese mantenido la disputa judicial por varios años más, el resultado sería muy incierto, ya que se estaba lejos de tener seguridad de éxito en los tribunales y porque una baja del precio podría haber dejado nula toda la operación.
¿Podría Codelco haber logrado más en este acuerdo? Obvio que sí, como en toda negociación. Ello podría haber ocurrido, por ejemplo, si el gobierno chileno hubiese ejercido presión sobre Mitsubishi para entregar una mayor fracción de la propiedad de AAS.
La compra de Mitsubishi del 24,5% de AAS despertó fuertes pasiones, ya que se desconoció el espíritu de la opción que Codelco tenía. Ello es fruto del débil contrato de 2002, que nació trucho en 1978. Además, es equivocado indicar que AA no perdió nada en el proceso. Esta compañíaperdió nada menos que la mitad de uno de sus activos más valiosos. Y ello ocurrió porque no creyó que Codelco fuera capaz de reunir el financiamiento para la operación. Para los críticos de este acuerdo, para los que querían la victoria total, eso existe solamente después de una guerra. Y esto es sólo un negocio.
AA recuperó unos US$ 1.500 millones con este acuerdo, comparado con no haber concretado la venta a Mitsubishi en noviembre pasado.
Sin acuerdo habría continuado la tensión entre las compañías por varios años más, en detrimento del inmenso aporte que estas pueden hacer al desarrollo del país y, en especial, al norte minero.
Este es un muy buen acuerdo para Codelco y para el país. Está claro que habrá que escribir los contratos futuros con más vigilancia, para no dejar ventanas que puedan vulnerar los intereses del país.
Ayer Codelco y Anglo American (AA) anunciaron que se había llegado a un acuerdo en la disputa que mantenían desde el 12 de octubre 2011, en que Codelco informó que ejercía la opción a comprar el 49% de Anglo American Sur (AAS) a un precio 45% inferior al de mercado, mediante una fórmula consignada en un contrato de opción de recompra a favor del Estado de Chile firmado en 1978, cuando este yacimiento fue vendido por Enami a Exxon Minerals.
En 2002 dicha opción fue remozada cuando Exxon Minerals vendió esta propiedad minera a Anglo American.
La firma japonesa Mitsui fue socia de Codelco en el anuncio de octubre 2011, ya que permitiría financiar la operación sin acrecentar el endeudamiento de Codelco.
El 13 de noviembre, AA desató el conflicto, ya que vendió la mitad de la opción de Codelco a otra firma japonesa, la empresa Mitsubishi. Posteriormente se sucedieron diversas demandas y recursos judiciales defendiendo las acciones ejercidas por Codelco y AA. Cabe responder varias preguntas que surgen tras la resolución de este conflicto. ¿Cuán conveniente para Codelco y para el Estado es el acuerdo logrado con respecto a las pretensiones originales de octubre pasado?
Codelco paga US$ 1.700 millones por el 24,5 % de AAS, logrando una mayor valorización de la compañía de US$ 4.090 millones, que incluye la propiedad minera de los yacimientos Los Leones y Profundo Oeste, valorizada en US$ 400 millones, una indemnización de AA de unos US$ 775 millones, y un acuerdo de accionistas que protege sus intereses y que no existía originalmente.
Adicionalmente, Codelco tiene la opción de rebajar la deuda contraída desde US$ 1.700 millones a US$ 700 millones vendiendo 4,5% de AAS a Mitsui, lo que representa menos de la mitad de la deuda que habría tenido originalmente para el mismo porcentaje de propiedad.
La propiedad de AAS queda en 50,1% de AA, 20,4% de Mitsubishi, 20% de Codelco y 9,5% de Mitsui. Ello se compara con la propuesta original de Codelco, que dejaba un 51% a AA, un 24,5% a Codelco y un 24,5% a Mitsui.
El Estado obtendrá US$ 1.326millones en impuestos, comparado con US$ 868 millones que habría obtenido en la propuesta original de Codelco.
Si Codelco hubiese mantenido la disputa judicial por varios años más, el resultado sería muy incierto, ya que se estaba lejos de tener seguridad de éxito en los tribunales y porque una baja del precio podría haber dejado nula toda la operación.
¿Podría Codelco haber logrado más en este acuerdo? Obvio que sí, como en toda negociación. Ello podría haber ocurrido, por ejemplo, si el gobierno chileno hubiese ejercido presión sobre Mitsubishi para entregar una mayor fracción de la propiedad de AAS.
La compra de Mitsubishi del 24,5% de AAS despertó fuertes pasiones, ya que se desconoció el espíritu de la opción que Codelco tenía. Ello es fruto del débil contrato de 2002, que nació trucho en 1978. Además, es equivocado indicar que AA no perdió nada en el proceso. Esta compañíaperdió nada menos que la mitad de uno de sus activos más valiosos. Y ello ocurrió porque no creyó que Codelco fuera capaz de reunir el financiamiento para la operación. Para los críticos de este acuerdo, para los que querían la victoria total, eso existe solamente después de una guerra. Y esto es sólo un negocio.
AA recuperó unos US$ 1.500 millones con este acuerdo, comparado con no haber concretado la venta a Mitsubishi en noviembre pasado.
Sin acuerdo habría continuado la tensión entre las compañías por varios años más, en detrimento del inmenso aporte que estas pueden hacer al desarrollo del país y, en especial, al norte minero.
Este es un muy buen acuerdo para Codelco y para el país. Está claro que habrá que escribir los contratos futuros con más vigilancia, para no dejar ventanas que puedan vulnerar los intereses del país.